La muerte del cantante santiagueño Huguito Flores en un trágico accidente de tránsito, se suma a una larga lista de otros ídolos y cantantes populares, muchos de ellos también de la movida tropical argentina, que perdieron la vida en accidentes, dejando un vacío en el corazón de sus fanáticos.
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Entre ellos, se destaca Rodrigo Bueno, “El Potro”, que murió el 24 de junio de 2000 al chocar su camioneta Ford Explorer contra otro vehículo en la autopista Buenos Aires-La Plata. El cantante cordobés de cuarteto tenía 27 años y una exitosa carrera que lo había llevado a llenar estadios y a trascender las fronteras del país.
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Otra figura emblemática de la música tropical que falleció en la ruta fue Gilda, cuyo verdadero nombre era Miriam Alejandra Bianchi. La cantante y compositora murió el 7 de septiembre de 1996 al ser embestido el colectivo en el que viajaba por un camión en la ruta 12, camino a Chajarí, Provincia de Entre Ríos. Junto a ella, murieron su madre, su hija y tres de sus músicos. Desde su muerte, muchos de sus seguidores le atribuyen la condición de santa y le rinden culto en un santuario levantado en el lugar del accidente.
El cantante Lautaro Coronel, más conocido como El Noba, murió en el Hospital El Cruce a los 25 años después de protagonizar un incidente vial en su moto sin llevar casco protector.
Pero no solo la música tropical ha sido golpeada por las tragedias viales. Otros géneros musicales también perdieron a grandes artistas en las rutas argentinas.
Tal es el caso de Adrián Otero, líder de Memphis La Blusera, que murió el 12 de junio de 2012 al volcar su auto en la autopista Córdoba-Rosario; Pappo, Norberto Napolitano, ícono del rock y blues nacional, que falleció el 25 de febrero de 2005 al chocar su moto contra un auto en la ruta 5 Km 71 en la provincia de Buenos Aires.
OTRAS MUERTES TRÁGICAS NO VIALES
Sin embargo no sólo los accidentes de tránsito se llevaron la vida de ídolos populares.
En 1935 ya Carlos Gardel falleció a sus 44 años en un accidente aéreo en Medellín, Colombia, el 24 de Junio de ese año, y enlutó al tango, el género más popular en esos tiempos.
También Leo Mattioli falleció a los 38 años el 7 de agosto de 2011, como consecuencia de una insuficiencia cardíaca después de un recorrido nocturno que incluyó tres shows consecutivos, el último con un abrupto final y aquejado por algunos síntomas como la falta de aire y el dolor en el pecho. Tiempo antes había sufrido un terrible accidente que le requirió un tratamiento con morfina por los dolores que le quedaron.
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