Las bañistas de Silvina Benguria, refinadas y distantes, con esos colores rutilantes, los retratos, barcos y sillones, esa temática ecléctica e inevitablemente feliz fue descrita así por la escritora Sara Gallardo: “Es visitada por señores de trajes a rayas, por señoras de nariz perversa, por la más peligrosa variedad de sofás, hasta el sofá constrictor que te digiere a su merced”.
Benguria nació en Buenos Aires y expone su obra desde 1965. Estudió pintura con Eufemiano Sánchez, pero se considera autodidacta. Expuso en Estados Unidos, Finlandia, Países Bajos, Italia, Bolivia, Brasil, Chile y Uruguay. Sus pinturas representan personajes burgueses en situaciones cotidianas pero exuberantes y coloridas. Personajes diversos de miradas elocuentes, damas sorprendidas y navíos desafiantes.
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Una de las últimas muestras de Silvina Benguria, en 2017, se hizo en el Pabellón de las Artes de la UCA, en Puerto Madero. En 2019 sus pinturas se presentaron en el Museo Quinquela Martín de La Boca, con sus señoras fornidas y sus barcos fantasmales de colores químicos, deshabitados en medio del mar.
Y últimamente, por algunas muchachas que conoce que juegan al fútbol, y tal vez por el clima mundialista, Silvina comenzó a pintar chicas futbolistas: jugadoras macizas con la camiseta celeste y blanca, rubias, morenas, pelirrojas y alguna infiltrada con gorro de bañista. Los cuadros se fueron sumando y generaron una exposición: Que la gente confíe.
En el blog Damiselas en apuros Benguria declara: “Del fútbol me gusta la parte estética, esa suerte de ballet muy coreografiado, la complicidad entre los jugadores, la camaradería”. Desde siempre, Silvina Benguria es hincha fanática de Boca. Pero también le gusta mucho el boxeo, que practican varones y mujeres.
Benguria residió varios años en Roma; en 1978 ganó la beca Francesco Romero que otorga el gobierno de Italia. Su obra ha sido comentada y analizada por los críticos de arte más importantes: Ernesto Schoó, Rosa María Ravera, Carlos Espartaco, Guillermo Whitelow, Jorge Glusberg y Fermín Fevre entre otros. Sus obras forman parte del Museo Nacional de Bellas Artes y el Museo de Arte Moderno de Buenos Aires. También en museos de Chile, Estados Unidos, Canadá, Israel, Italia, Japón y Países Bajos.
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En el sector denominado “El bulín” del Museo Escenográfico “Botica del Ángel” hay dos obras de la serie que ella denomina “Las gordas” y otra titulada “La bañera”. En su reciente entrada al fútbol femenino, Benguria celebra la camaradería y el coraje, siempre con un toque de misterio entre los barcos, los hombres de mirada artera y los dinosaurios.
