El resultado de las elecciones en Chaco dejó ganadores y perdedores. El triunfo de Leandro Zdero en primera vuelta es una muestra de vigor de Patricia Bullrich, pero a su vez la caída histórica de Jorge Capitanich debe ser leída como una dura derrota en el peronismo.
Bullrich viajó a Chaco antes de saber el resultado. La candidata presidencial y el ahora gobernador electo descontaban una buena elección, pero los sorprendió la victoria en primera vuelta de unas elecciones absolutamente polarizadas. No hubo lugar para terceros como podían ser Gustavo Martínez (PJ) o Alfredo Rodríguez (LLA), quienes sacaron 5 y 3 por ciento, respectivamente.
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En el aspecto provincial, indudablemente pesó el crimen de Cecilia Strzyzowski. Por más que el Gobernador logró sacarlo de la agenda política, no lo pudo sacar de la cabeza de los chaqueños. Después de 12 años de gestión de Jorge Capitanich, Chaco sigue siendo una de las provincias más pobres e inequitativas con récord de 54% de pobreza y 60% de pobreza infantil.
Patricia Bullrich aprovechó para nacionalizar el triunfo. Luego de la victoria de Maximiliano Pullaro en Santa Fe, llegó el triunfo de Leandro Zdero en Chaco y la semana próxima seguramente Alfredo Cornejo se imponga en los comicios de Mendoza.
En caso de quedarse con Mendoza, Entre Ríos y la Ciudad de Buenos Aires, Juntos por el Cambio podría llegar a manejar 10 provincias. La exministra de Seguridad lo mostró -y mostrará- como parte de su capacidad de tener gobernabilidad en caso de ser presidenta.
Bullrich aprovechó el triunfo para hacer hincapié en la línea central de su discurso de campaña: Juntos por el Cambio es la fuerza que le va a poner fin al kirchnerismo. Ayer, además, le agregó otro concepto: “Es el cambio con espaldas”, dijo para diferenciarse de Javier Milei, quien sería un cambio con salto al vacío.
Habrá que ver todavía si los electores que en agosto votaron a Milei -el libertario sacó 29% y detrás se ubicaron Juntos por el Cambio con 28% y Unión por la Patria con el 27,28%- se inclinan por votar a Bullrich en octubre o mantienen su apoyo al economista libertario.
Por sobre todas las cosas, las elecciones chaqueñas marcaron una enorme derrota del peronismo kirchnerista. Capitanich siempre fue muy cercano a Cristina e incluso había sido medido como candidato a la presidencia apenas unos meses atrás.
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Ahora el kirchnerismo se quedó sin una de sus figuras y sin un bastión. La única esperanza que tiene el kirchnerismo de sobrevivir es que Sergio Massa y Axel Kicillof realicen una buena elección y al menos retengan la provincia de Buenos Aires.
La otra conclusión que dejó un nuevo traspié dentro del peronismo K, el sexto consecutivo en lo que va del año, es que el actual oficialismo se quedó sin figuras de recambio. Tanto a nivel provincial como en el plano nacional.
