El susto se apoderó de todos en el encuentro que protagonizaron Godoy Cruz y Belgrano de Córdoba. En el estadio Malvinas Argentinas de Mendoza, un grupo de hinchas intentó ingresar sin entradas ya con el partido arrancado y la policía actuó lanzando balas de goma y gases lacrimógenos.
Corría la media hora de juego cuando comenzaron a sonar las detonaciones sin parar. Automáticamente, un grupo de la barrabrava del Tomba se alejó de la tribuna popular y acto seguido una lluvia de piedras se observaron volar desde adentro y afuera del recinto.
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Tras más detonaciones y corridas en ese sector del estadio, el árbitro Leandro Rey Hilfer suspendió por unos minutos el partido, alertados por el propio público. Muchos de ellos mujeres y niños que fueron evacuados desde la tribuna popular a la zona de plateas, o incluso el mismo campo de juego, para intentar resguardarse de la lluvia de piedras y los gases lacrimógenos.
Los llantos de los chicos y bebés, más la preocupación de sus familiares llevó a que los mismos jugadores de Godoy Cruz se acerquen a la zona y les pidan a los violentos que terminaran con esta actitud que ponía en peligro a todos
Los bomberos también actuaron y permitieron que este gran grupo de hinchas asustado pueda pasar a un sector de plateas, mientras de fondo se escuchaba a la gran mayoría de fanáticos del Tomba cantar contra su propia barrabrava: “Que se vayan todos, que no quede, ni uno solo”. Tras algunos minutos donde el susto se apoderó de todos, la calma retornó al estadio y el árbitro dispuso la reanudación del encuentro.