María Eugenia Alba -más conocida como Euge la que teje- y Pablo Martín Pulido llevan años compartiendo experiencias ligadas al tejido. Juntos han participado, dictado y aprendido en talleres y cursos; han sido convocados o han armado exposiciones; han coincidido en espacios en los que el telar es la mejor excusa para reencontrarse con amigos tan apasionados por este arte como ellos. Además están en sintonía en la generosa visión que promueve enseñar a otros para que no se pierda este tradicional estilo de tejido. Por todo eso fue que ni bien se lanzó la primera convocatoria impulsada por la Ley de Mecenazgo en la provincia -en el 2022 (ver recuadro Un entramado con beneficios)- se anotaron para poder llevar vellón de oveja y también lana, husos, cacharros y una garrafa, aparte de ramas, flores y desechos de verdulería y por supuesto telares de peine y absolutamente todos sus saberes y secretos a tres rincones del departamento 25 de Mayo.

Desde abril a la fecha, este dúo con el que conforman "Tejedores al andar", viaja cada quince días a los distritos de Santa Rosa, La Chimbera y Punta del Agua ya que la firma del concesionario de la marca Toyota, Señor González, patrocinó el proyecto de los telares, entre otros, para destinar parte de sus ganancias y el municipio -a través de la Dirección de Cultura a cargo de Luli Gladys Otiñano-, se sumó colaborando con otros aspectos fundamentales como el combustible para la movilidad que los traslada, algunos refrigerios y comidas, aparte de abrirles el camino para acercarse a los lugareños. Solo faltan unas semanas para concluir con el itinerario propuesto y vendrá lo mejor: el próximo 7 de octubre se reunirán todos los participantes para mostrar los tejidos y por qué no, las obras de arte logradas. Además habrá espacios de venta y exposición y charlas sobre posibilidades para que sigan incursionando en el telar como recurso artesanal y salida laboral (ver Para agendar).
Mientras tanto, los dos profes de tejido, están felices por los resultados: es que grandes y chicos, varones y mujeres, familias enteras desde abuelas a nietos, alumnos, amas de casa, administrativos, docentes (solo por citar algunas de las ocupaciones de quienes participaron), con o sin conocimientos de tejidos previos tuvieron las puertas abiertas a cada encuentro de manera absolutamente gratuita. A cambio, pudieron llevarse a sus casas, cada tejido, entre los que hay cartucheras, alfombritas, mantas, individuales.

En total han sido 4 reuniones en cada localidad (en Santa Rosa se hicieron en el Centro Cultural Municipal, en La Chimbera en la Estación José Martí y en Punta del Agua en la Escuela Federico Maggio). En la primera enseñan a limpiar el vellón natural recién cortado de las ovejas, a lavarlo y manipularlo para luego -huso mediante- convertirlo en hilo. En la segunda, lograron colorear la lana con tintes naturales obtenidos de y ya en el tercer y cuarto encuentro, se dedicaron a tejer en telar y aprender sobre los distintos formatos de telares. Con el financiamiento de Mecenazgo -en este caso alrededor de 800.000 pesos- pudieron comprar 17 telares y más de 10 kilos de lana ya hilada para que se pudiera avanzar en los tejidos, entre otros materiales, aparte de un monto de dinero para los dos responsables de la iniciativa. Lo mejor de todo es que todo el equipamiento adquirido quedará en el departamento elegido para que puedan seguir siendo usado por quienes se sumaron a los talleres o por nuevos interesados. Según ya decidieron buena parte de los telares se entregará al Centro Cultural Ser y Parte, el resto se definirá cuál es el mejor lugar para que sea de fácil acceso a los nuevos tejedores veinticinqueños.
Además y es válido decirlo de la misma empresa benefactora les regalaron 4 bolsones de vellón natural, de la esquila de las ovejas que crían en una finca en Pocito.
"Es un proyecto muy bonito para nosotros porque nos permitió acceder a lugares que de otro modo nunca hubiésemos llegado y generar contacto con personas a las que incentivamos a hacer, los motivamos a buscar alternativas, especialmente los niños que lo han tomado con mucho entusiasmo. Pensar que muchos de ellos tienen a sus abuelas tejiendo a telar en casa pero no saben hacerlo. Por eso les decimos que aprovechen esa oportunidad para que esa tradición no se pierda y que en sus manos está recuperar este trabajo tan arraigado en el lugar. Pero además del conocimiento del tejido y todo este mundo de artesanía que lo rodea, es un modo de aprender matemática, lógica, cálculos, entre otras materias", cuentan estos talentos a los que podría calificarse como "más sanjuaninos que nadie", pese a que no lo son. De hecho, aunque no parezca ni siquiera por su modo de hablar Pablo es madrileño. Sin embargo nadie diría que no nació aquí por el afecto con el que describe cada rincón de la provincia, su gente y todas las posibilidades que encontró aquí y que lo hicieron quedarse luego de culminado el proyecto de estudios de Sociología, que lo trajo. Trabajó hasta el 2018 en la Secretaría de Agricultura Familiar justamente con proyectos de mujeres tejedoras tradicionales a las que capacitaban y ayudaban con microcréditos. Y probablemente de tanto hablar del tema fue que se animó a hacerlo por sí mismo. Nobleza obliga decir que no le fue nada mal porque se convirtió en su modo de vida y su sustento. Actualmente vende lo que teje y da clases en distintos espacios. Y por si fuera poco, se quedó a vivir acá.

Euge, tampoco es sanjuanina: nació en Buenos Aires y vivió hasta grande en Australia, pero un buen día quiso venir a conocer el lugar de donde era su mamá, a quien considera una de sus grandes maestras de tejido. Y se enamoró literalmente del lugar y se quedó, tejiendo por supuesto. En 25 de Mayo ya es conocida porque es quien ha realizado algunos tapices y murales textiles al aire libre, los que no pasan desapercibidos porque tienen tamaños gigantes.
Para agendar
El próximo 7 de octubre en la Casa de la Cultura del municipio de 25 de Mayo, frente a la plaza principal, en buena parte del día (desde la mañana hasta la tarde) es la cita de todos los participantes de los talleres que dictaron Euge y Pablo. Pero a su vez es una convocatoria a todos los interesados y curiosos del tejido. Es que en lo que han llamado la Jornada de Encuentro Textil habrá espacio para la muestra de todos los trabajos realizados, para la venta de artesanías, pero a su vez para hablar de cómo hacer proyectos para recibir ayuda económica, como trabajar en las comunidades, como vender y como hacer terminaciones prolijas en las prendas, entre otros aspectos. Este encuentro será libre y gratuito para todos los que quieran sumarse.
Para conocer más detalles, seguir por Instagram la página de @tejedoresalandar2

Un entramado con beneficios
La ley de mecenazgo cultural -la 2197- surgió como un incentivo a la promoción cultural y un estímulo para la participación de las empresas privadas y contribuyentes en el financiamiento de iniciativas culturales de todos los rubros y géneros.
Proyectos como el de Euge y Pablo -llamado en los papeles Tejiendo Sueños, Creando Tramas- son seleccionado por un Consejo de Mecenazgo, que integran tanto representantes del gobierno -especialmente del Ministerio de Turismo y Cultura- pero también por personalidades destacadas en este ámbito. Los declarados de interés cultural son los que pueden acceder al aporte económico de un porcentaje del impuesto sobre Ingresos Brutos que se tributa a la provincia. No es un subsidio, sino un régimen de promoción ya que el monto de los financiamientos efectuados por los patrocinadores es considerado como un pago a cuenta del impuesto correspondiente al ejercicio de la efectivización del aporte. En ningún caso se puede destinar más del 25% de determinación anual de los Ingresos Brutos del ejercicio anterior al del aporte del contribuyente.
Hace unos días salió el listado de la segunda edición de proyectos
Por Paulina Rotman
Fotos: colaboración "Tejedores al Andar"