Audaz golpe en una ferretería: “La banda de la cabina” atacó en San Carlos

Si algo distingue a muchos delincuentes de estos tiempos en comparación a los de otras épocas, es la constante búsqueda de variantes para tratar de sorprender a sus víctimas en el objetivo de robar.

En agosto último, este diario dio cuenta de una serie de ataques en negocios de Los Hornos, en los cuales, como una singular novedad, ladrones, presumiblemente menores de edad, se colaron en su interior a través de las casetas de gas.

Esa denominada “Banda de la cabina” se replicó desde hace una semana en algunos comercios del barrio San Carlos. Nadie pudo establecer -por ahora- si se trata de los mismos integrantes de la que actuaron en Los Hornos. Pero el modus operandi es idéntico.

“VI LA CABINA E IMAGINÉ LO PEOR”

Luis Guevara (61) es el propietario de la ferretería “El Lubi”, ubicada en 143 entre 49 y 50, y quien descubrió en la mañana de ayer el vandálico robo, cuando se disponía a abrir el negocio.

En la tarde de ayer, acompañado por su familia, en la vereda de la ferretería que alquila “hace 2 años y 8 meses”, le contó a EL DIA que “llegué acá a las 9 menos cuarto (de ayer) y cuando vi que la cabina del gas estaba rota, imaginé lo peor”.

Huelga decir que a “lo peor”, lo asoció con ladrones que ingresaron por el hueco de esa cabina -porque no tenía el medidor- para despojarlo de muchas de las pertenencias del local. Lamentablemente, no se equivocó en su presunción.

LE PUEDE INTERESAR

Mala praxis: pidieron la detención de Lotocki

LE PUEDE INTERESAR

Excarcelaron al abogado acusado de pedir coimas para "escrituras truchas" en La Plata

Con el primer vistazo, ya dentro del negocio, certificó lo que temía: desorden, varios faltantes y hasta una puerta interna rota.

“Llamé a la Policía y a los cinco minutos ya tenía un patrullero frente a la ferretería, con efectivos que se quedaron hasta las seis de la tarde esperando, como nosotros, que viniera la Policía Científica a hacer su trabajo”, reflejó Guevara.

“ROBARON COSAS CHICAS Y CARAS”

Se imponía consultarle acerca de lo sustraído por los responsables de este escruche y el comerciante no tuvo reparos en darlo a conocer.

“Robaron cosas chicas, pero caras. Por ejemplo, en cuanto a la mercadería, una garrafa, una amoladora, una barreta, una tijera cortapernos, pinzas, tenazas y un tablero completo de llaves combinadas”, entre otros artículos.

Enseguida, ilustró que “calculamos que nos robaron mercadería por unos 250.000 pesos, sólo de precios de costo. Ahora, si hablamos de los precios de venta al público, el perjuicio económico que tuvimos es un 40% mayor”.

Recordó que también los hampones “nos llevaron alrededor de 2.000 pesos que había en cambio dentro de la caja registradora y una notebook”.

Asimismo, refirió que “tampoco puedo dejar de tener en cuenta que debo sumar a lo antes citado, las pérdidas económicas que tuvimos por las ventas perdidas”.

Al respecto, puntualizó que durante toda la jornada de ayer “vinieron clientes y hubo que decirles que el negocio está cerrado hasta mañana (por hoy), debido a que falta que venga la Policía Científica”.

“También hay que poner en la balanza los gastos generados por daños ocasionados por estos delincuentes, como en la puerta del fondo que barretearon para poder escapar por ese sector, con todo lo que robaron de la ferretería”, evaluó también Guevara.

“SON DEL BARRIO”

Durante la charla con este diario, Guevara manifestó con mucha convicción su creencia de que los autores del robo en su ferretería “lo cometieron chicos que son del barrio”.

Para fundamentar su apreciación, recurrió a lo que en esa zona ya es conocido por varios vecinos y comerciantes.

En tal sentido, informó que “ya hubo últimamente otros robos por el barrio e inclusive, en esta misma manzana hubo al menos cuatro robos entre casas y negocios, algunos con la misma modalidad con la que actuaron en mi ferretería, como en la verdulería de 143 y 50”.

“Creo que es muy posible que la Policía los atrape, porque están muy `cebados´ robando seguido por la zona”, expresó después.

Por tal razón, no dejó pasar la oportunidad de ventilar que “hay mucha preocupación por los robos que se están dando”.

En ese contexto, señaló que “veníamos de enterarnos del robo de la misma bandita en la verdulería de la esquina, hace aproximadamente 10 días, y se convivía con la sensación de que algo similar le podía ocurrir a cualquiera”.

Cuando se le requirió saber por qué la cabina del gas no contaba con el medidor, respondió que “el dueño de la propiedad no lo solicitó y en mi caso tampoco, porque para calentar comida tengo un microondas y para bebidas de infusión, una pava eléctrica”.

RECAUDOS

Por otra parte, este diario le preguntó al titular de esta ferretería si a la luz de lo sucedido, tiene en mente adoptar algunos recaudos.

La respuesta no se hizo esperar: “Sí, vamos a analizar en familia, cuando estemos más tranquilos, qué medidas vamos a tomar para hacérsela más complicada a los delincuentes, si es que intentan meterse de nuevo en otra oportunidad”.

Cabe consignar que por el momento se ignora el paradero de quienes, con mucha audacia, consiguieron dar el golpe consumado en un horario nocturno.

En principio, lograron el propósito -además del robo- de no ser descubiertos por algún vecino ni tampoco por ocasionales testigos.

De todas maneras, en la subcomisaría de La Unión -con jurisdicción en el lugar- intentan establecer si alguna cámara externa de seguridad pudo haber captado a los escruchantes. Al respecto, se mencionó que “hay una casa enfrente con una cámara, pero está con la visión obstaculizada por un árbol”.