Inés Efron: “El humor es algo que me enciende para actuar”

“Una vez me llegó un casting de una narcotraficante mexicana”, se ríe Inés Efron. La actriz de “El niño pez” y “XXY” nació en México, aunque vivió toda su vida en Argentina. Lo que es más, no parece dar el physique du rol de narco, y narco siempre parece ser mexicano, pero bueno, “quedar presos de los estereotipos nos afecta a todos”, dice la actriz.

La frase no parece aplicar demasiado a su carrera, sin embargo, donde se ha desenvuelto sin problemas lejos de todo casillero, trabajando en dramas como los mencionados de Lucía Puenzo, en comedias melancólicas como amorosa soledad y otras de más desparpajo, como “Voley”, todo mientras sostiene una importante trayectoria en el teatro independiente.

“Me gusta mucho correrme de mí. Pero a la vez, siento que hay ciertas cosas que si son demasiado ajenas a mí no puedo: no conozco esa tonalidad emocional. Cuando me han ofrecido cosas demasiado corridas de mí, sentía que no estaba en mi gama de vida: me sentiría una chanta, como por ejemplo esa narco”, comenta al respecto la intérprete, que esta semana estrena en algunos cines argentinos “El vasco”, una comedia que, a diferencia de la traficante de México, estuvo “hecho a medida” de Efron: Jabi Elortegi, el director, la vio en la pantalla en un festival de San Sebastián y escribió el papel para ella.

La película, que participó en el Festival Internacional de San Sebastián, sigue a Mikel, un vasco que atraviesa una crisis personal. Buscando alejarse de su ciudad natal acepta la propuesta de un tío para irse a Argentina: cuando llega, se encuentra en una pequeña comunidad apasionada por sus raíces vascas, pero todo lo que le han prometido no existe. Mikel intenta marcharse, pero sus días tendrán un giro inesperado cuando conoce a la abuela Dolores y a la bella y optimista Inés, su cuidadora.

Inés es Inés Efron, claro: fue escrita pensando en ella. “Hay un tono, algo entre la dulzura y el humor que está hecho muy a medida, más allá de que el personaje es diferente a mi. El humor es algo que me enciende para actuar”, dice Inés sobre su personaje, que es “graciosa más allá de sí misma, el humor se le escapa”.

DESARRAIGO E IDENTIDAD

“El vasco” es una comedia, pero tiene que ver con el desarraigo: “El vasco” habla de la inmigración, los vínculos, y la necesidad de empezar de nuevo lejos de nuestra tierra y darnos cuenta que aunque nos alejemos miles de kilómetros para encontrar algo nuevo, terminamos resignificando nuestras raíces mucho más de lo que pensamos.

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“Me tocó alguna fibra íntima”, confiesa Efron. Y no solo porque nació en México cuando sus papás vivían en el exilio. “Irse es vivir el desarraigo, y también valorar la tierra de origen. Para muchos en Argentina, esta película tiene que ver con la historia del país: es una temática que inevitablemente nos atraviesa”, explica.

El de Mikel es un viaje opuesto al que muchos hacen o desean hoy, desde Argentina, es cierto. “Es muy de nuestro país idealizar lo extranjero”, se ríe Efron al respecto, pero en seguida se pone seria, y dice que “cuando más difícil está la cosa, es el momento de quedarse: quedarse en la dificultad y trabajar por el lugar de donde uno es es construir la historia de un país”.

En ese marco se estrenará “El vasco”, coproducción entre Argentina y España que a pesar de llegar con el sello de San Sebastián tendrá pocas salas. “Esto es algo que viene pasando, es parte de la industria del cine. Es frustrante. Pero las películas, de algún modo, hacen su recorrido: festivales, estreno, plataformas… y la gente la llega a ver. Pero, desde ya, es frustrante. Es parte de muchos mecanismos del sistema que son frustrantes, como ver un montón de gente en la calle: el sistema va dejando fuera un montón de cosas”, reflexiona.

Las pocas pantallas se suman, además, a las problemáticas para filmar en Argentina, al dólar y a candidatos que quieren cerrar el INCAA. El teatro, medio que Efron frecuenta (donde prepara “El cielo en escena”, junto a la astróloga Valeria Di Meglio, “una puesta en escena para hablar de la presencia escénica desde una mirada astrológica”) también se las tiene que rebuscar para sobrevivir.

Pero, dice, “yo soy de este país. Vengo acompañando muchas crisis, de eso se trata vivir acá, de esta gran dificultad, pero me nace algo de acompañar esta incertidumbre del modo más creativo que se pueda. Gran parte de mi creatividad, creo, está ligada a un país con vaivenes. En todas las áreas, no solo en el arte, porque todos lo padecemos”.

“Vivir en Argentina es aceptar, y ver qué se puede construir en medio de esa incertidumbre”

Se trata, dice, de “aceptar, y ver qué se puede construir en medio de esa incertidumbre”. Costumbres argentinas: ¿terminamos siendo sobreadaptados por nuestro entorno? “Bueno… Hay un don que hemos desarrollado ante la adversidad, que nos hace particularmente creativos”, opina. “Yo he viajado y he visto mucho teatro en otro países, y no vi nada como lo que se hace acá, y se hace con muy poca guita. Y es exquisito, el lenguaje teatral de Argentina es de vanguardia”.

“He visto países donde hay muchos más recursos, entonces, me lo pregunto”, cierra. “Seguramente no sea solo eso, hay varios factores que hacen que aquí haya un arte exquisito, pero ¿estará ligada esa creatividad a la ausencia de recursos, algo se enciende ante la necesidad? Son preguntas”.