La organización humanitaria Comité Internacional de Rescate (IRC, en inglés) alertó ayer que los conflictos armados impiden cada año la vuelta a los colegios de decenas de millones de niños a nivel global, e instó a que se preste más atención a los niños en países como Siria, Nigeria, Colombia y Sudán.
En un comunicado fechado en Jartum, la ONG cifró en 224 millones el total de niños en edad escolar afectados por los conflictos y crisis en el mundo, y advirtió que alrededor de "72 millones se ven obligados a abandonar la escuela debido a conflictos nuevos y existentes y al aumento de los fenómenos climáticos".
"Mientras millones de niños regresan a la escuela en EEUU, el Reino Unido y Europa, IRC llama hoy la atención urgente sobre los millones de niños que permanecen sin escolarizar debido a crisis prolongadas en lugares desde Siria hasta el noreste de Nigeria y Colombia, así como los nuevos conflictos como el de Sudán, y el creciente número de desastres relacionados con el clima en todo el mundo", dijo la nota.
La ONG subrayó que está diseñando y ampliando soluciones innovadoras, en las que se usa también inteligencia artificial, para "brindar aprendizaje de alta calidad a los niños dondequiera que estén y ayudar a que se recuperen de los impactos de conflictos".
Entre otras, el IRC destacó, como ejemplo, que una iniciativa que realiza con el apoyo de la Fundación MacArthur y Fundación LEGO, y en asociación con "Sesame Workshop", para ayudar a la educación de niños y que -afirmó- supone "la mayor intervención en la primera infancia en la historia de la respuesta humanitaria".
"Ha llegado hasta ahora a más de 1,7 millones de niños y cuidadores en Irak, Jordania, Líbano y Siria a través de servicios directos para familias prestados por IRC, así como socios de la sociedad civil y ministerios gubernamentales de educación, salud y desarrollo social", apuntó la nota, sin precisar detalles de la iniciativa.
También subrayó que sus programas de ayuda han llegado a unos 85.000 estudiantes, entre ellos 50.000 niñas, en seis provincias de Afganistán.
Criminalidad juvenil
En Italia, el Consejo de Ministros analiza la posibilidad de penar con hasta dos años de prisión a los padres que no envíen a sus hijos a la escolarización obligatoria, dentro de un paquete de medidas para frenar la criminalidad juvenil que incluyen también la prohibición de uso de teléfonos celulares a menores a partir de 14 años que hayan sido condenados. "Quien, investido de autoridad o encargado de la tutela de un menor, no imparta o haga impartir la enseñanza obligatoria, sin justa causa, será castigado con pena de prisión de hasta dos años", establece uno de los 14 artículos del denominado decreto-ley con "medidas urgentes para combatir el malestar juvenil, la pobreza educativa y la delincuencia juvenil" que el Gobierno trata hoy. El borrador del decreto, anticipado por los diarios La Stampa y Repubblica, agrega que "para los menores que hayan cumplido 14 años, se decreta la prohibición total o parcial del uso de teléfonos móviles o de plataformas y servicios en línea" si han sido investigados en episodios anteriores. El decreto es parte de la respuesta del Ejecutivo que conduce Giorgia Meloni a una serie de delitos cometidos por bandas de adolescentes.
La iniciativa cita la "necesidad de reforzar las medidas para proteger el cumplimiento de la escolaridad obligatoria, en relación con el aumento de la evitación (deserción) escolar, especialmente en zonas específicas del territorio nacional, y con el valor de fomentar la desviación que este fenómeno conlleva". Además de incluir un sistema de amonestaciones para menores de 12 a 14 años, el texto prevé también que el núcleo familiar cuyos miembros menores de edad no acrediten la asistencia escolar obligatoria pierde el derecho al subsidio de inclusión que da el Gobierno de hasta 350 euros al mes.
Por Agencia EFE