Notifican la presencia de lobos marinos en distintos puntos de la ciudad

Tras los casos positivos declarados este martes en Puerto Deseado por el SENASA, la directora de fauna del Consejo Agrario Provincial, Amanda Manero, informó en Planeta Tiempo que se emite por Tiempo FM 97.5 que “en Río Gallegos no existen hasta el momento casos positivos de lobos muertos por influenza aviar”.

Es que preocupa la aparición de distintos ejemplares en distintos puntos de esta capital.

Al respecto, la funcionaria sostuvo que “se está a la espera del hisopado de un ejemplar que se halló muerto en el estuario”. Contó que “se está desarrollando un trabajo articulado entre el Senasa y el CAP. En los últimos días, se encontró un lobito cerca de la UNPA, al que se le hizo el hisopado y se mandó a analizar. Todavía no está el resultado, pero se procedió a enterrarlo”.  

En tanto, evaluó que la presencia de otro individuo vivo declarado por vecinos cerca de la UNPA se comprobó que “estaba descansando y se lo dejó en el lugar” y en horas de la tarde de este miércoles, otro individuo fue trasladado a la costa tras encontrarlo cerca del puesto policial de Chimen Aike.

Informó que “los casos notificados de Punta Loyola dieron positivos”, por lo que hay que mantener los protocolos para cada caso”.

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Sugirió a los vecinos “no tocarlos”, cuando aparecen y notificar a las autoridades correspondientes. “Pueden llamar al Consejo Agrario, a la Policía, a los Bomberos, al Senasa, Prefectura o a la Municipalidad. Todos estamos trabajando en conjunto”.

También recomendó “que cuando paseen por la Costanera o por espacios cercanos al estuario con mascotas, los perros que vayan atados. Para que no los corran y los molesten”.

“Nosotros nos hacemos cargos con el personal especializado que se maneja con los equipos de bioseguridad. Al mover a los animales, se corre el riesgo de estar en contacto con el virus”, agregó.

Para cerrar, consideró que “como todo brote, se extinguirá con el tiempo. Por los casos que ha habido en Perú y en Chile, se calcula que el virus permanece en la naturaleza más o menos un mes.  Confiamos en que la virulencia vaya bajando, y que, si bien algunos animales pueden enfermarse, también pueden recuperarse. Es un virus que no tiene cura, por lo tanto, esperamos que se vaya disipando despacito”.