El viernes pasado una aeronave de la empresa Delta Airlines de Estados Unidos arribó retrasada 8 horas al aeropuerto de Barcelona cuando cubría la ruta entre Atlanta y la capital de Catalunia. De acuerdo a las explicaciones brindadas por la compañía, se trató de un “riesgo biológico” (“biohazard“, por su término en inglés) que fue detectado en la cabina de pasajeros del avión Airbus 350.
Sin embargo la historia en realidad fue bastante más sencilla y escatólogica a la vez. Porque resultó que no se trató de fuga alguna de productos químicos. Tampoco de ninguna amenaza por ántrax.
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Lo que aconteció fue que un pasajero le agarró una incontenible diarrea, y por lo visto no tenía ni siquiera a mano la famosa “corbata rojo punzó” que popularizara el comediante Hugo Varela en su recitado de algunas décadas atrás.
Es que el horrible “popó” se diseminó por causas insospechadas, a todo lo largo del pasillo del avión.
RIESGO INHALANTE
Buscando evitar que todo el viaje de varias horas estuviera signado por ese olor nauseabundo provocado por la inesperada “fuga humana por popa”, y con el objetivo de proceder a realizar una profunda y profesional limpieza, es que el comandante de la nave determinó decretar un llamado ‘riesgo biológico’ a bordo.
El avión de Delta al que hicieron retornar cuando iba en vuelo por el riesgo biológico que significaba viajar con las heces de un pasajero con diarrea en el pasillo. Lo limpiaron en Atlanta, y recién ahí volvió a partir a Barcelona
Con esa medida extrema que pocas veces se activa en vuelos comerciales, y después de solicitar el permiso correspondiente para pegar la vuelta, la aeronave puso su proa con destino de volver a aterrizar en Atlanta, estado de Georgia.
Una vez allí los encargados del aseo del avión subieron equipados para realizar la limpieza y desinfección, según cuentan los testigos, de manera perfecta y profesional.
Toda esta operación provocó una larga espera de los pasajeros que según narraron no tuvieron queja alguna porque no hubieran soportado los efluvios del residuo, que habían improvisado atinando a taparlo con papeles para que no se siguiera extendiendo.
UN PELIGRO PARA LOS PASAJEROS
El responsable de Trànsit Aeri de Catalunya le explicó al medio local ElCaso.com, que “este tipo de alertas no son habituales, y menos aún que obliguen a dar la vuelta a un avión con este tipo de ruta. Si bien es cierto, también, que realizar un viaje de largo recorrido con mal olor puede ser un suplicio e, incluso, un peligro para los pasajeros“.
Los expertos también indicaron que es más habitual que algunos aviones tengan que regresar o detener su recorrido en alguna parada improvisada en algún aeropuerto de camino, debido a malos olores en el propio baño, pero no por casos como este, desplegados a lo largo y ancho de todo el pasaje.
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