La disputa de la tenencia de la pelota es una de las claves en el fútbol mundial y más aún si en el equipo que compite está Lionel Messi. Querer controlar la circulación del esférico es vital para generar posibilidades de gol para el 10 de la Argentina. Pero ganar esa pelea, como todo aquel que una vez intentó jugar ese deporte, es una tarea mucho más compleja de lo que parece desde el otro lado de la pantalla.
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En uno de esos cruces para ganar la posición y quedarse con la pelota el tiempo se detuvo un instante. Lionel Messi volaba por el aire después de recibir una patada certera por parte del defensor de Los Ángeles FC, Jesús Murillo, quien apuntó al pie de apoyo para que su ataque fuera certero y evitar así que el astro argentino se encuentre con el balón.
Esa ínfima cantidad de tiempo que Messi permaneció flotando en el aire fue un cúmulo de suposiciones. Todo podía pasar. Una lesión grave, una mala caída, Lionel fuera de la Selección argentina para la fecha de las eliminatorias mundialistas. Todo podía suceder. Pero lo que pasó fue que Lionel cayó al suelo y se paró otra vez. Una sana costumbre de la que el mundo futbolero se empieza a despedir.
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