Gustavo Barrera se sentó en el sillón municipal de Villa Gesell en 2014, en un momento de crisis de la administración. Contra todos los pronósticos, logró sostenerse en el cargo tras las elecciones de 2015 y encauzó el municipio en varios aspectos importantes.
Hoy, a ocho años de aquel hito, pelea su segunda reelección con un buen resultado obtenido en las PASO -resultó el candidato más votado- y una importante cantidad de obras en ejecución, entre ellas el nuevo acceso a la ciudad y la Casa de la Provincia, que permitirá descentralizar la administración.
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-¿Creés que el vecino de Gesell tiene internalizado el laburo que se esta haciendo?
-Creo que el vecino valora tener un gobierno frontal que trabaja para los geselinos, para el turismo, que es honesto, transparente, promete obras y las termina. Creo que son cualidades que nos dejan bien posicionados.
Gustavo Barrera, intendente de Villa Gesell
Muchos consideran a Barrera como el “primer kicillofista”. Fue el primer intendente en expresarse públicamente a favor de la candidatura a gobernador de Axel Kicillof y organizó una de las primeras mateadas de aquella campaña.
Hoy se alegra de haber tomado esa decisión: “Ellos (por el gobierno provincial) son todos laburantes, funcionarios de territorio que dan pronta respuesta. Todos atienden y eso es fundamental para la gestión”, sostiene.
Respecto del mito kicillofista, recordó la llegada del entonces diputado nacional en plan de candidato, al distrito, en plena temporada.
-Lo llevamos a hacer un acto en la playa, aunque era muy arriesgado, la atención de la gente está en otro lado. Así que le dijimos a los compañeros que vayan porque no sabíamos qué iba a pasar.
Como ocurrió en varios distritos, pasó todo lo opuesto a lo esperado: Kicillof habló y se formó una pequeña multitud a escucharlo. “No lo podíamos sacar, todos le pedían fotos y fotos”, se ríe hoy el alcalde geselino.
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