Este jueves se confirmó la muerte de Silvina Luna, después de tres meses de internación en el Hospital Italiano. Su hermano, Ezequiel, tomó la difícil decisión-por recomendación de los médicos- de terminar con su asistencia para que la modelo pudiera descansar en paz.
Al aire de Mañanísima (Ciudad Magazine), Estefi Berardi contó cómo se encuentra anímicamente el hombre de 38 años. “El hermano está destruido, ayer estuve al teléfono una hora con una de sus personas más cercanas y me decía ‘no sabés cómo está Ezequiel’. Ya no quería contestar a la prensa porque le explotaba el teléfono”, comenzó contando.
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En esa línea, la panelista siguió: “A Silvina el cuerpo no le daba más, me decían ‘no sabés lo que es verla así, con los brazos y el pecho con las marcas de los pinchazos’, tenía el cuerpo muy deteriorado”.

Por último, Berardi concluyó: “Estaba tan flaquita, no aguanta más tanta medicación, la diálisis, la bacteria que tenía. Lotocki le inyectó veneno, la vieron agonizar todos estos días”.
Dieron a conocer las últimas palabras de Silvina Luna antes de morir: “Su dolor era terrible”
Silvina Luna vivió días de terror en la terapia intensiva del Hospital Italiano. Tenía dolores muy fuertes por las secuelas que le quedaron de sus cirugías estéticas con Aníbal Lotocki y se realizaba diálisis mientras soñaba recuperarse para recibir un trasplante de riñón y así mejorar su calidad de vida, la que había perdido años atrás. Tras su muerte, la mejor amiga que estuvo acompañándola en el centro médico contó cómo fueron sus últimos días y las frases que pronunció antes del triste final.
“Las últimas horas fueron terribles. Ver su agonía, su sufrimiento, su dolor. En los momentos que tenía de lucidez, verse en un cuerpo que no le funcionaba… Era la desesperación de no poder avanzar para poder salir de ahí, fue tremendo. No se lo deseo a nadie”, pronunció Analía Reina en el ciclo A la Barbarossa (Telefe).

Acto seguido, y con la voz entrecortada de tanta angustia, agregó: “Fue una luchadora hasta el último momento. Lo dio todo. Ella nos miraba y nos decía ‘la tengo difícil’. Pero seguía pidiendo por favor que la ayudemos a hacer ejercicios para poder levantarse. Su objetivo era salir de ahí, quería vivir, hasta los últimos días que se dio cuenta de que no podía más y lloraba. Pensaba en todo y me llegó a decir que quería trascender, que no aguantaba más estar en ese cuerpo enfermo. Acompañarla en eso fue un dolor inmenso”.
Por último, remarcó que Ezequiel, el hermano de la actriz, no se despegó de ella ni un instante. “Fue duro, dejarla ir fue una decisión que tomó su hermano, que fue su ángel, que la trató con amor todo el tiempo. La acomodaba, le daba de comer y la alentaba. Es admirable. Ella lo amaba”, cerró.