Cada año, en el corazón de Salta, se lleva a cabo un evento que hace vibrar el alma de todos los que tienen la suerte de presenciarlo. Se trata del ‘Mialgrito de los Niños‘, una celebración que se ha convertido en una tradición arraigada en nuestra hermosa Salta.
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Cada año, en el corazón de Salta, se lleva a cabo un evento que hace vibrar el alma de todos los que tienen la suerte de presenciarlo. Se trata del ‘Mialgrito de los Niños‘, una celebración que se ha convertido en una tradición arraigada en nuestra hermosa Salta.
En la Catedral de Salta, todo se convierte en un operativo especial. Se cortan las calles alrededor de la Plaza 9 de Julio, y la expectación se siente en el aire. Padres y familiares se reúnen para acompañar a los pequeños protagonistas de esta emotiva jornada. El lugar está repleto de sonrisas, alegría y emoción.
Miguel, un orgulloso padre, nos comparte su experiencia: “Acompaño a mi hijo de sala de tres por primera vez. Es algo hermoso, algo lindo, realmente emocionante”. Las palabras de Miguel reflejan el cariño y la emoción que se vive en esta celebración.
Viviana, maestra del Jardín de Infantes, nos cuenta cómo se involucra a los niños en este evento tan especial: ‘Me siento contenta de transmitir la cultura de Salta a los más pequeños. Ellos están muy felices‘. La educación y la cultura se unen en esta experiencia única.
Hay quienes vienen año tras año, con testimonio de su devoción y amor por esta tradición. Una seño nos cuenta: ‘Vengo desde hace siete años. En mi caso, le hacemos conocer la Catedral a los niños y las canciones. Es toda una preparación espiritual, hablar de Dios y reflexionar sobre por qué estamos aquí. Y dentro de poco, el 15 de septiembre, se hace la fiesta del milagro‘.
Facundo, uno de los protagonistas, nos dice: ‘Lo estoy pasando bien, yo también estoy aquí para ver algo hermoso. Es la primera vez que vengo, y me gusta venir al jardín y ser parte del milagro‘.
Loana nos comparte su emoción: ‘La estoy pasando bien, y le hacemos caso a las seños‘. La inocencia y la felicidad de los más pequeños son el alma de esta festividad.
Agustina, maestra de la escuela Domingo Savio, sala de 5 y 4, nos cuenta más detalles: ‘Todos tienen su gorrito para protegerse del sol. Tenemos juguitos y galletas, y también tenemos a Jesús y la Virgen que nos trae una mamá. Los papás vienen a ver a los chicos‘. La comunidad se une para celebrar el Milagro y compartir esta experiencia única.