Cerró su cuenta de Instagram. Descubrimos a Charlene de Mónaco en sus vacaciones, ajena a los rumores de crisis matrimonial

Alberto y Charlene se conocieron en 2007 y se casaron en julio de 2011. Desde entonces llevan años haciéndoles frente a los rumores de crisis de pareja a la sombra de un posible divorcio. Cada movimiento de la princesa de Mónaco que se escapa de la agenda real o de la cotidianeidad de palacio hace sonar las alarmas y las especulaciones corren como reguero de pólvora. Por eso, cuando la semana pasada Charlene desapareció de las redes sociales al cerrar su cuenta personal de Instagram, nuevamente se instaló la idea de que algo no estaba bien en la pareja monegasca. Este hecho se produjo tan sólo un par de días después de que se comenzara a rumorear que la madre de los príncipes Jacques y Gabriella se había mudado definitivamente a Suiza y que sólo viajaba a Mónaco para cumplir con un determinado número de actos oficiales.

Ajena a todo lo que se dice de ella y su relación con el príncipe Alberto, la ex nadadora olímpica fue vista mientras vacacionaba feliz con su familia en Córcega. Las imágenes de sus días en el Mediterráneo la muestran animándose al stand up paddle junto a sus herederos, abrazándose con su marido a orillas del mar o compartiendo una entretenida charla, sentados cómodamente en unas reposeras debajo de una sombrilla.

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