El dinero es uno de los temas más recurrentes en la vida cotidiana y, por eso, también en el lenguaje. En Argentina, existen muchas formas de nombrar al dinero, algunas más generales y otras más específicas según la cantidad o el billete. Estas palabras suelen pertenecer al lunfardo, el habla popular que se originó en Buenos Aires a fines del siglo XIX y que se extendió por todo el país. El lunfardo incorporó vocablos de distintas lenguas, como el italiano, el francés, el inglés y el caló (el idioma de los gitanos españoles). Veamos algunos ejemplos de estas palabras y sus posibles orígenes:
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– Guita: es una de las formas más comunes de referirse al dinero en general. Según las investigaciones realizadas, la palabra “guita” podría derivar de “witta”, que era una palabra muy frecuente en las lenguas germánicas, las cuales se popularizaron en más de 65 países del mundo. Otra hipótesis es que provenga del francés “guiter”, que significa “mirar” o “vigilar”, ya que el dinero es algo que se debe cuidar.
– Mango: es otra palabra que se usa para nombrar al dinero en general, pero también para indicar una unidad de un peso. El origen de la palabra mango con el significado de dinero, prácticamente con certeza es la contracción de la palabra lunfarda usada a fines del siglo XIX marengo. Documenta -entre otros- para esa época José Sixto Álvarez (Fray Mocho) en sus Memorias de un vigilante que los ladrones usaban la palabra marengo como sinónimo de dinero mal habido, o para ellos fácilmente ganado. En tal sentido, es probable que los inmigrantes del norte de Italia recordaran que para Napoleón I la batalla de Marengo fue una fácil victoria (o “ganancia”).
– Chirola: es una palabra que se emplea para designar una cantidad pequeña o insignificante de dinero. Su origen podría estar relacionado con el apellido del político argentino José Nicolás Matienzo, apodado “Chirola”, quien fue ministro entre 1916 y 1919 y cuya gestión fue muy criticada por la inflación y la devaluación del peso. También se dice que sería herencia de una moneda boliviana de 20 centavos que circulaba mucho en la Argentina del siglo 19.
– Gamba: es una palabra que se utiliza para referirse a cien pesos. Su origen es incierto, pero hay varias teorías al respecto. Una de ellas es que derive del italiano “gamba”, que significa “pierna”, ya que en algún momento de la historia reciente, cien pesos servían para moverse y hacer algunas cosas. Otra teoría es que se relacione con el color rojizo o morado de un billete de cien pesos que se parecía al de un crustáceo llamado gamba². Una tercera teoría es que provenga del lunfardo italiano, donde “gamba” o “mezza gamba” eran formas de nombrar a ciertas cantidades de liras.
– Luca: es una palabra que se emplea para indicar mil pesos. Su origen también es discutido, pero una posible explicación es que provenga del caló, el idioma de los gitanos españoles, donde “luca” significa “dinero” o “peseta”. Otra hipótesis es que se derive de “pelucona”, un apodo que se daba a una moneda en cuya cara aparecía la efigie del rey de España con peluca y de allí “luca”.
– Palo: es una palabra que se usa para señalar un millón de pesos. Su origen es de los más incierto. Podría estar vinculado con la forma en que se apilaban los billetes en fajos o paquetes, formando una especie de palo o vara. En Francia se le denominaba “batôn”, para referirse el antiguo millón de francos franceses. La traducción de “batôn” es justamente “palo”, quizás porque se parecía a lo que sería una medida del parquet en el revestimiento de los pisos con similaridad a un fajo de dinero. También se usa la expresión “palo verde” para referirse a un millón de dólares, por el color predominante de los billetes estadounidenses.
Estas son solamente algunas de las palabras que existen en Argentina para nombrar al dinero, pero hay muchas más. Lo interesante es que estas palabras reflejan la historia, la cultura y la creatividad de los hablantes, que inventan y reinventan el lenguaje para comunicarse de manera más efectiva y divertida.
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