La ciudad de Olavarría no sale de su conmoción por el brutal femicidio de Sandra Aguer (53) y el asesinato de su pequeño hijo, Thiago Contreras (13) cuyos cuerpos fueron encontrados ayer por la tarde escondidos en el interior de un freezer de una vivienda del barrio Carlos Pellegrini. En la casa también fue encontrado ahorcado el presunto asesino, Fabián Marcelo Ene (38), quien era la actual pareja de la mujer.
Este miércoles por la tarde cientos de personas salieron a las calles de la localidad para expresarse contra la violencia machista y exigir respuestas más efectivas del estado a nivel político y judicial.
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La convocatoria tuvo como punto de reunión el Paseo Jesús Mendía, a escasos metros del Palacio Municipal, desde donde los y las manifestantes recorrieron las calles céntricas de la ciudad al grito de “Basta de Matarnos” y donde, al igual que en la movilización por el crimen de Sofía Vicente, se desplegó una enorme pancarta con la frase “Olavarría Ciudad del Horror”.
Un grito de bronca que retumbó en las calles de Olavarría
Escenas de inmenso dolor se vivieron entre familiares y amigos de las víctimas- Sandra era además madre de otras cinco hijas- quienes encabezaron la movilización junto a organizaciones feministas y decenas de mujeres que se sumaron al reclamo.
Las escenas de angustia se multiplicaron a medida en que surgían nuevos detalles de la investigación en los que pudo determinarse que el asesino cometió el crimen varios días antes del hallazgo – utilizó una maza- y ocultó los cadáveres en un freezer de gran tamaño.
Incluso ocultó lo sucedido haciéndose pasar por la mujer en las conversaciones de mensajería con el resto de sus hijas a través del teléfono celular de su pareja. Cuando se vio cercado por la situación, confesó el crimen mediante una carta y luego se suicidó- creen que fue entre el lunes y ayer martes-.
Aunque judicialmente el caso quedaría resuelto, la preocupación se centra en las falta de reacción de los estamentos del estado con políticas de prevención. En este caso en especial, fue el propio adolescente Thiago Contreras quien había alertado a las autoridades policiales por situaciones de violencia familiar y vecinal.
En enero de 2023 hizo un llamado al 911 alertando sobre una fuerte discusión entre su madre y su padrastro a raíz de inconvenientes que el hombre mantenía con sus vecinos y que repercutían en dificultades para el funcionamiento de un kiosco que Sandra tenía a metros de la vivienda.
El llamado dio lugar a una actuación inicial del Juzgado de Familia que se diluyó ante la negativa de la mujer de avanzar con las actuaciones. El eje de las protestas se centra en que se desoyó el pedido de ayuda del adolescente, dado que, se debió canalizar el reclamo al Servicio Local de Promoción y Protección de los Derechos del Niño, a pesar que en su entorno familiar le restaron relevancia a su reclamo.
Por eso motivo, los manifestantes se dirigieron a la sede del Juzgado local y allí se escucharon los testimonios más duros respecto a las fallas de las instituciones del estado.
Durante la protesta, se recordó a otras mujeres olavarrienses asesinadas en los últimos años por cuestiones de género y resonaron críticas hacia las autoridades municipales y judiciales.
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