A 40 años del regreso a la democracia, Argentina tiene que volver al orden, a la vigencia plena del estado de derecho, al respeto de las instituciones, autoridades, justicia como al respeto a la libertad individual.

Volver al orden, a la vigencia plena del estado de derecho, al respeto de las instituciones, las autoridades, la justicia, pero por sobre todas las cosas respeto al prójimo y eso no es una cuestión ideológica, es simple y llanamente, orden convivencial de una sociedad civilizada. También debemos entender que con orden social no alcanza, es necesario poder conseguir que la Argentina, después de muchos años de demagogias, relatos, manipulaciones, mentiras y corrupción, vuelva a recuperar el orden público, que es la situación de normal funcionamiento de las instituciones públicas y privadas en la medida que las autoridades ejercen sus atribuciones propias y las personas ejercen pacíficamente sus derechos y libertades. Está estrechamente relacionado con el concepto de legitimidad en el ejercicio del poder político y el de consenso social. Desde el punto de vista del Derecho Civil, "el orden público es el "conjunto de principios jurídicos, políticos, morales y económicos obligatorios para conservar el orden social del pueblo en una época determinada”.

Orden de las protestas

Nuestro país sufrió a lo largo de décadas un falso adoctrinamiento de comportamiento social y eso nos llevó a naturalizar acciones y comportamientos sociales que son netamente patológicos. Un claro ejemplo de ello son las medidas de queja adoptadas por los sindicatos. De clara concepción ideológica, ya que su gran mayoría reivindican falsamente lo que ellos llaman "justicia social”, cuando en realidad esa cúpula dirigente gremial y sus acólitos, "la justicia social” es solo para ellos y para su enriquecimiento personal. Son ellos los que comienzan con las movilizaciones callejeras cuyo espíritu sería más o menos así: "Che, mientras más "jodamos” a los automovilistas y peatones al cortar la calle, más rápido nos darán la solución”. Y por el otro lado, si tenemos un gobierno que simpatiza y alienta esa falsa "justicia social”, deja de lado la legislación vigente y permite así que cunda el caos y perjudique a aquellos ciudadanos que tienen otra visión de "Justicia Social”, ya que para ellos significa simplemente esfuerzo, cumplimiento y trabajo para mejorar sus situaciones personales y familiares.

Estos gobiernos que se hacen llamar "Progresistas” y que simplemente son "populistas”, al permitirle este modo de protesta a los sindicatos, alentaron a las llamadas "Organizaciones Sociales” (a las que este periodista denomina: organizaciones de vagos, inútiles y vividores del estado), que pulularon a lo largo y ancho del país, a que imiten este estilo de protesta y como resultado obtenemos miles de cortes de tránsito en el país a lo largo de un año en que el conjunto de la sociedad pierde millones de pesos por estas protestas.

Es necesario conseguir que la Argentina recupere el orden público, que es la situación de normal funcionamiento de las instituciones públicas y privadas en la medida que las autoridades ejercen sus atribuciones propias y las personas ejercen pacíficamente sus derechos y libertades.

Orden en la seguridad

Por otro lado, tenemos en materia de seguridad, las famosas teorías garantistas de Zaffaroni, las cuales no permiten que las fuerzas de seguridad actúen como deberían actuar. La sociedad argentina sufre hoy los embates de una ola delictiva que parece ser incontrolable y que cada vez se torna más virulenta y no parecería tener freno. Un sentimiento de desprotección y abandono, por parte de este gobierno, ha ganado a gran parte de la población y totalmente atemorizada.

Se cambian hábitos, crece la desconfianza y muchas personas optan por desarrollar un mínimo de actividades lejos de sus domicilios, persuadidas de que a ciertas horas y en determinados lugares la calle queda a merced de los delincuentes. La sociedad debe recibir respuestas concretas de parte del Estado para adoptar decisiones políticas, estratégicas e institucionales adecuadas para el delito sea enfrentado con el rigor necesario.

Orden en la justicia

El orden jurídico por definición es: "Conjunto de reglas escritas, principios y valores que regulan la organización del poder, las relaciones con los ciudadanos y las garantías de los derechos y las relaciones entre estos, así como ordenan las políticas públicas en beneficio del interés general.”

La justicia debe volver a los carriles de independencia y dejar de ser timorata ante el poder político los Fiscales deben saber y actuar de oficio ante decires y hechos sociales y no esperar que la opinión pública o el periodismo se los exija. El orden jurídico debe restablecerse en pro de toda una sociedad cansada de abuso, mentiras y privilegios.

El orden no es de izquierda ni de derecha el orden es por definición: "Situación o estado de normalidad o funcionamiento correcto de algo, en especial armonía en las relaciones humanas dentro de una sociedad” y a eso lo definimos como "el orden social”.

 

Por: Jorge Reinoso Rivera
Periodista