Chirola, contra las cuerdas: el DT espera tener un round más

El futuro de Sebastián Romero quedó en la nebulosa tras la derrota con Colón. El temor al descenso y los 10 partidos sin ganar le pusieron un enorme signo de interrogación a lo que -antes del viaje a Santa Fe- era el límite de la paciencia: el partido del sábado en el Bosque ante Independiente. Resta escribir la última página de lo que puede ser la crónica de un final anunciado.

Chirola no brindó la conferencia de prensa en el estadio Brigadier Estanislao López. Se saludó con Pipo Gorosito y mantuvo una extensa reunión con sus colaboradores para analizar la situación. “No lo cruzamos a Chirola” expresó a la pasada Pablo De Blasis cuando se lo consultó acerca de si veía fuerzas en el cuerpo técnico para una continuidad. Tampoco habló con los dirigentes. Mariano Cowen ingresó al vestuario y no se reunió con el entrenador, que un par de minutos después salió del camarín visitante acompañado por sus ayudantes Nicolás Cabrera, Emanuel Trìpodi y su hermano Pablo. El gesto adusto, preocupado camino al micro, fue la última imagen de Chirola en Santa Fe. Cowen tampoco habló con la prensa ni pautó una reunión con el entrenador.

Desde ahí se dispararon todos los rumores porque hay una profunda preocupación en los hinchas de Gimnasia que ven una notoria involución en el equipo, que hace 10 partidos que no gana (sumando el juego contra la U en Lima por la Copa Sudamericana) y juega cada vez peor. Si bien los números nunca fueron buenos, el equipo supo ser competitivo más allá del vigésimosegundo lugar en la tabla del anterior campeonato. La eliminación de la Copa Argentina ante un rival del ascenso pasó casi desapercibida porque Gimnasia encaró el año con un plantel plagado de juveniles. Algo similar sucedió con una Copa Sudamericana que afrontó en las peores condiciones en un grupo accesible con otros jugadores. Sin embargo, el mercado de pases trazó una línea que parece no tener vuelta atrás.

Diciembre y enero fue el tiempo de Gimnasia inhibido, Gimnasia con paro de jugadores, Gimnasia endeudado. Se abrió la puerta para la salida de todo aquel que quisiera y pudiera: Pipo Gorosito, Brahian Alemán, Ramón Sosa, Rodrigo Rey, Agustín Cardozo, todos con distintas realidades. No había dinero. Aquel grupo plagado de pibes y con un puñado de grandes (Tarragona aún lesionado, Morales, Melluso, Soldano, Colazo) le puso la cara a la situación con Chirola al frente. Había que nadar hasta la orilla, que quedaba lejos, en el mercado de pases de agosto.

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Y llegó agosto. Poco cambió. El Lobo debutó frente a Talleres con dos refuerzos: Lucas Castro titular, Pablo De Blasis en el banco, aceptados pero no pedidos por el cuerpo técnico. Demasiado poco para un club que después de haber apostado a los juveniles, vendió a dos de los tres mejores (Ignacio Miramón y Alan Lescano) y no reinvirtió en el fútbol, el motor de la vida del club. Con un agravante, ya que la conferencia de prensa de Chirola expuso las diferencias entre los pedidos del entrenador y las intenciones de la dirigencia, que apuntó a otros jugadores desde la Secretaría técnica. Con nombre y apellido, Matías Abaldo fue un foco de conflicto. Apuesta del club, para el cuerpo técnico era un joven más, aunque fuese hasta ese partido Franco Soldano el dueño del extremo derecho de la ofensiva tripera.

Hoy, el ciclo Romero está agotado. No hay entrenador por más querido que sea que aguanta 10 partidos sin victorias cuando la guillotina del descenso está afilada y cerca de caer. Las inhibiciones eran un paraguas protector para el cuerpo técnico y la dirigencia. Sin ellas, un -al menos- tardío mercado de pases y la falta de resultados terminaron por volar el paraguas. Dos jugados, dos perdidos, cinco goles en contra y nada a favor hablan por sí solos, en una fecha en la que la máxima aspiración era no quedar en zona de descenso por la tabla anual, cosa que logró gracias a la derrota de Huracán en Córdoba.

Junto a Mariano Cowen estuvo en Santa Fe el gerente Marcelo Gauna. Anoche, después de una jornada con informaciones cruzadas, hubo una reunión del área fútbol. Las posiciones sobre la mesa son dos: por un lado, la reacción rápida de cortar el ciclo y buscar un nuevo entrenador; por el otro, darle a Chirola la chance de dirigir contra Independiente para tratar de revertir la situación con los refuerzos.

Las responsabilidades del entrenador son evidentes partido a partido. Subjetivas en muchos casos, absolutamente objetivas en cuanto a lo numérico, con solamente el 32,41% de los puntos en disputa entre las tres competiciones. También las tiene la Comisión Directiva, que encaró una apuesta de sumo riesgo a principio de año y se envalentonó, sobrevalorando lo propio. No hay certezas de que haya otro Miramón detrás de Miramón, por eso la necesidad de refuerzos, que ya la tenía el equipo antes del mercado. Vendió bien pero en exceso y reinvirtió poco de ese dinero en el fútbol. Descender, siempre, es más caro.

Más allá del cuadro de situación actual, la mesa chica dirigencial comenzó a barajar nombres alternativos para reemplazar a Chirola. El sueño, casi una utopía, es Diego Alonso. El Tornado dirigió a su selección en el Mundial de Qatar y parece jugar en otra liga, pero habrá un llamado para ver si su vinculación pasada con Gimnasia puede más que la razón y las posibilidades económicas de la institución. De todos modos, muy difícil.

Otro nombre en la carpeta original de los dirigentes es el de Alexander Medina. El Cacique dirigió en nuestro país a Talleres y Vélez, pero acaba de rechazar una oferta del Cruz Azul de México. Descartado.

Entre los terrenales, aparece Lucas Pusineri, de buen paso por Atlético Tucumán y que la semana pasada sonó para regresar a Independiente, que luego optó por Carlos Tevez. Pusineri dirigió en Colombia (primero en Cúcuta Deportivo y luego en Deportivo Cali) antes de su regreso al país para dirigir al Rojo. Tanto en Independiente como en el Decano tucumano, el saldo numérico fue favorable. Otros números, los de su contrato, son una verdadera incógnita.

La idea de la dirigencia sería la de no apostar por un entrenador del riñón del club, con lo que técnicos como Facundo Sava o Guillermo Sanguinetti quedarían descartados. Pero, se sabe, esto es fútbol y todo puede cambiar de un momento a otro. Entre los ofrecidos que quedaron en análisis está Javier Sanguinetti, de reciente paso por Banfield y antes con una temporada en Newell’s Old Boys.