Este jueves 24 de agosto se cumplen 90 años del nacimiento de Alberto Olmedo, el ‘Negro’, uno de los humoristas más populares, queridos y exitosos de la historia del espectáculo argentino. Su talento, su carisma y su capacidad para crear personajes inolvidables lo convirtieron en un ícono de la comedia nacional, que aún sigue vigente a más de tres décadas de su trágica muerte.
Olmedo nació un día como hoy de 1933 en el humilde barrio Pichincha de Rosario, Santa Fe. Hijo único de Matilde Olmedo, una madre soltera que trabajaba como empleada doméstica, creció en un ambiente de pobreza y carencias.
TE PUEDE INTERESAR
Desde chico mostró su vocación por el arte y la actuación, participando en obras de teatro escolares y aficionadas. A los 21 años decidió viajar a Buenos Aires para probar suerte en el mundo del espectáculo.
Su primer trabajo en la capital fue como switcher en Canal 7, donde tuvo la oportunidad de demostrar su gracia y su ingenio en una fiesta de fin de año. Su actuación improvisada impactó al interventor del canal por esos años iniciales de la televisión, y lo incorporó al programa “La Troupe de TV”. Así comenzó su carrera, que lo llevaría a convertirse en una estrella.
NACE PILUSO, EL AMIGO DE LOS NIÑOS
En 1957 creó uno de sus personajes más famosos: el Capitán Piluso, un marinero infantil que animaba un ciclo para niños en Canal 9. El programa fue un éxito rotundo y se mantuvo al aire durante más de 20 años, con algunas interrupciones. El Capitán Piluso se convirtió en un símbolo de la alegría y la inocencia de varias generaciones de argentinos.
En los años 60, Olmedo se consolidó como uno de los cómicos más destacados del país, participando en programas como “Operación Ja-Já”; “La peluquería de Fidel”; “El Botón”; “Alberto y Susana”; “El Chupete”; “No toca botón”.
“ROGELIO ROLDÁN” Y MIL MÁS
Allí creó personajes memorables, como Rucucu, el General González, Borges y Álvarez, entre otros.
También incursionó en el cine, protagonizando películas como “El andador”, “Los caballeros de la cama redonda” y “Los vampiros los prefieren gorditos”.
En los años 70 y 80, Olmedo formó una dupla imbatible con Jorge Porcel, otro gran capocómico de la época. Juntos protagonizaron más de 20 películas, que se caracterizaban por su humor picaresco y sexual. Algunas de las más recordadas son “Los fierecillos indomables”, “Atracción peculiar” y “Los colimbas se divierten”.
Olmedo fue un artista multifacético, que supo adaptarse a los cambios sociales y culturales de su época. Su humor era espontáneo, irreverente y popular. No seguía guiones ni libretos, sino que improvisaba sobre la marcha, sorprendiendo a sus compañeros y al público. Su estilo era único e inimitable.
SUS EXCESOS
Pero detrás del éxito y la fama, Olmedo escondía una vida personal turbulenta y conflictiva. Tuvo seis hijos con cinco mujeres diferentes, a las que nunca logró darles estabilidad ni compromiso. Fue un padre ausente y un amante infiel. También tuvo problemas con el alcohol y las drogas, que afectaron su salud y su rendimiento profesional.
El 5 de marzo de 1988, Olmedo murió al caer desde el balcón del piso 11 del edificio Maral 39, en Mar del Plata buscando un paquete de cocaína. Estaba haciendo temporada teatral en la ciudad balnearia mas importante de la costa bonaerense. Tenía 54 años. Su muerte fue un shock para todo el país, que lo lloró como a un ídolo popular. Su funeral fue multitudinario y conmovedor.
A pesar del tiempo transcurrido, Olmedo sigue siendo una figura indiscutible del humor argentino. Sus películas y sus programas se siguen emitiendo y generando risas en nuevas generaciones. Sus personajes se han convertido en clásicos de la cultura nacional. Su legado es imborrable e inmortal.
Alberto Olmedo fue un humorista que hizo reír a varias generaciones. Hoy, en el día de su cumpleaños número 90, lo recordamos con admiración y cariño. Gracias, Negro, por tantas alegrías.
INACABABLE INVENTOR DE FRASES
Aquellos de generaciones más jóvenes que no lo llegaron a disfrutar seguramente habrán escuchado, y hasta quizás utilicen sin saber algunas de sus frases ingeniosas que quedaron en el acerbo popular gracias a sus personajes. Aquí un compendio de algunas pocas:
– “Piluso es bueno“. El lema del Capitán Piluso, el marinero que divertía a los niños con sus aventuras y sus canciones. El Capitán Piluso fue el primer personaje famoso de Olmedo, que lo interpretó durante más de dos décadas junto a su amigo Coquito.
– “Eramos tan pobres“, la frase con la que empezaba el relato del empleado que soñaba con ser subgerente y hacía todo lo posible por complacer a su jefe, interpretado por Javier Portales. Este personaje reflejaba la situación de la clase media argentina, que sufría las consecuencias de la inflación y el ajuste económico.
– “No toca botón“, la muletilla que usaba Rucucu, un falso mago de Ucrania que hacía trucos absurdos y pedía a los televidentes que no cambiaran de canal durante las pausas. Esta frase dio origen al nombre de uno de los programas más exitosos de Olmedo, que se emitió entre 1986 y 1988.
– “Soy pitufo, pero no bolufo“, la frase que le decía al personaje de Susana Traverso, que hacía de Pitufina, en el sketch en el que parodiaban a “Los Pitufos”. En este sketch, Olmedo hacía de Pitufo Líder, un dictador que sometía al resto de los pitufos con su autoridad.
– “¡De acá!“, el grito final del dictador de Costa Pobre, un país ficticio donde reinaba la corrupción y la represión. Este personaje era una sátira de los regímenes militares que gobernaron América Latina en los años 70 y 80.
– “Si lo vamos a hacer, lo vamos a hacer bien“, otra expresión del mismo personaje, que no tenía reparos en disfrazarse de mujer o hacer cualquier otra locura para ganarse el favor de su jefe. Esta frase mostraba la ambición y la falta de escrúpulos del empleado.
– “Adianchi, Adianchi“. Así saludaba el Manosanta a sus clientes, que acudían a su consultorio en busca de soluciones milagrosas para sus problemas. El Manosanta se hacía pasar por un curandero brasileño, pero en realidad era un estafador que los engañaba con remedios caseros y masajes truchos.
– “Y… si no me tienen fe“, otra muletilla del Manosanta, que usaba cuando sus clientes se mostraban escépticos o desconfiados de sus métodos. El Manosanta era uno de los personajes más populares y queridos de Olmedo, que incluso tuvo su propia película.
– “¿Me trajiste a la nena?“, la pregunta que le hacía el Manosanta a Javier Portales, que hacía de padre de la Bebota, una joven voluptuosa interpretada por Adriana Brodsky. El Manosanta se aprovechaba de la ingenuidad del padre y le cobraba una fortuna por supuestos tratamientos para su hija. Hoy estaría cancelado
– “A esta le rompo el bloqueo“, la expresión que usaba Olmedo en su personaje de Psicoanalista, un profesional poco ético que seducía a sus pacientes. La destinataria era Susana Traverso, una actriz con la que Olmedo tuvo una relación amorosa en la vida real.
TE PUEDE INTERESAR