Así eran las estafas con autos desde una agencia tumbera en La Plata

Un preso de la cárcel de Olmos fue descubierto como el principal impulsor de una “concesionaria tumbera”, que se dedicaba a la venta de autos robados y que realizó negocios ilegales por una suma millonaria.

Se trata de un reo que era, a su vez, un gran simulador, ya que para cautivar a sus potenciales clientes se hacía pasar por agente de la Policía de la Provincia de Buenos Aires.

Desde la celda de ese establecimiento penitenciario de La Plata, el habilidoso delincuente atendía a los interesados de los rodados que publicaba en Marketplace, el servicio de compra y venta de Facebook.

Cada vez que enviaba audios o atendía llamados de clientes, activaba sonidos de sirenas de patrullero o de frecuencia de handies policiales a través de YouTube, de esa forma nadie podía dudar de su “otro” trabajo al servicio de la comunidad.

Tenía, además, un muy buen manejo de redes sociales. En Facebook, por ejemplo, se mostraba con ropa de la Policía bonaerense y lo replicaba también en su perfil de WhatsApp.

El falso vendedor se hacía llamar “Ezequiel Aguirre”, aunque después se conoció que se trataba en realidad de Nicolás Nahuel Medina, como quedó identificado en la causa que lleva adelante la Justicia Federal de San Martín.

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En uno de los audios difundidos se escucha cómo el recluso imponía las condiciones del negocio, desde el horario de atención hasta el lugar para visitar los vehículos en venta.

“Teneme paciencia que estoy en el patrullero...” les decía a quienes lo contactaban.

Hasta el momento los investigadores estiman que, mediante la simulación, vendió en los últimos tres meses al menos 20 autos robados.

En la investigación del caso todos los caminos condujeron a Olmos. Pero Medina, por supuesto, no podía solo con tamaña “empresa”.

Así fue que dieron con otros siete cómplices, cinco hombres y dos mujeres, que operaban en distintas localidades del partido de La Matanza.

Uno de los masculinos fue identificado como “El Gordo”. En cuanto a las femeninas, una era su novia y la otra era su ex, aunque compartían el negocio.

“Por cada auto ganaban entre un millón y un millón y medio de pesos. Funcionaban como una concesionaria tumbera. Hay mucha gente que compró y todavía no se enteró que la estafaron. Están manejando autos robados”, aseguró uno de los pesquisas.

En las escuchas telefónicas, obtenidas por la Policía Federal Argentina, el líder de la banda se jacta antes sus cómplices de haber vendido unos 48 autos desde el 2021 y se burla de sus víctimas diciendo: “Creen que están haciendo el negocio de sus vidas”.

Además, les plantea a sus cómplices que “hay una banda de pibes que quieren laburar conmigo”.

Para los pesquisas, muchas víctimas aún no se enteraron que están manejando autos robados.

Se trata de aquellos que todavía no concurrieron a los registros automotores para realizar la transferencia de la titularidad de los rodados.

“El desconocimiento por el trámite de dominio de un auto es inmenso. Y a eso hay que sumarle que tal vez el comprador no desconfía de un policía. Cree que no lo van a estafar”, afirmaron en torno al caso desde la División Delitos contra el Automotor de la Policía Federal Argentina.

En ese sentido, el caso todavía transita por una etapa de investigación y averiguaciones para definir los cargos de imputación.

Se cree que pueden ser múltiples, desde robo y asociación ilícita, hasta falsificación de documentos y usurpación de títulos y honores, entre otros.