“Cuando salís a tomarte el TALP tenés que salir entregado”, manifiesta uno de los pasajeros del colectivo de media distancia luego de haber esperado durante más de tres horas en la parada de este lunes feriado.
Son muchos los usuarios que bromean con que el TALP recorre toda la provincia, pero algo de cierto hay: el llamado también costera va de una punta a la otra del conurbano bonaerense. Sale desde la estación terminal de la ciudad de La Plata, pasa por el Cruce Varela, Lomas de Zamora, La Tablada y puede terminar en Morón, San Justo o San Isidro.
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Una crónica de viaje probablemente conocida por cualquier bonaerense
El escenario común es el siguiente: el colectivo pasa, con suerte, cada una hora. En la espera la gente se hace amistades efímeras, se discuten decisiones políticas, se piensa qué cocinar al llegar, en caso de que el colectivo alguna vez pase.
Pero hoy es feriado y en la parada de Camino de Cintura, en el límite entre los municipios de Lomas de Zamora, Almirante Brown y Esteban Echeverría se comienza a acumular cada vez más gente. Esta usuaria vio pasar un colectivo de lejos no tan lleno y pensó que ahora habría que esperar una hora. Y fue así. A las 16:00hs pasó el siguiente colectivo, pero con gente hasta en la puerta. Lo curioso es que el fondo estaba vacío.
En la parada: familias con nenes que juegan en la tierra de las obras de la ruta, a un costado de los escombros de lo que hasta hace poco fue la garita; un grupo de hombres fueron a buscar unas cervezas y las están tomando desde unos envases de gaseosas; otro sostiene una mochila llena de carne cruda.
Son las 17:30hs y pasaron dos colectivos más totalmente llenos. Decido ir a una parada anterior, en la rotonda de Llavallol, donde me encuentro al menos media cuadra de gente. Y nuevamente pasan dos colectivos más, llenos.
Me juego ir hasta Lomas de Zamora, a tomar el ramal Pasco, porque al combo de tomarse un TALP en feriado se le suma que el Tren Roca funciona con el servicio reducido entre Quilmes y La Plata y los usuarios no tienen otra cosa para llegar a la ciudad de las diagonales que el colectivo que no para.
Son las 18:00hs en Lomas de Zamora, donde la parada suele cambiar tan seguido que nadie está seguro de que la costera realmente pase por aquí. Sólo hay cuatro personas, pero la primera está hace una hora esperando. Por acá directamente el colectivo no ha pasado nunca. Luego de otra hora más y con el miedo de que éste pase lleno, finalmente los pasajeros (algunos se fueron) vemos acercarse al costera con luces azules y naranjas, el cartel de Pasco y el destino La Plata, (que podía ser Varela y dejarnos a la mitad abajo) y todo es casi felicidad.
Porque el mayor alivio llega al ver que por dentro está casi vacío. Ni al momento de escribir esta crónica ni en la espera del feriado la línea de TALP S.A atendió el teléfono, como lo suele hacer para escuchar mi reclamo y confirmarme que un colectivo pasará eventualmente por Temperley, Llavallol, Lomas -o donde sea que me encuentre-.
Una vez arriba la bronca de haber perdido casi cuatro horas sólo se acumula y me es inevitable pensar en la gente que todavía debe estar esperándolo en la rotonda de Llavallol o en Camino de Cintura, a oscuras, rodeados de escombros, y con camiones pasando al borde de los pies.
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