Homenajes hay a montones. Miles de Juan Román, de Martín, de Diegos Armandos. Xeneizes, Azul y hasta Amarela. Plasmar en los hijos el amor por los colores. A miles de kilómetros, algo así como 8700, un padre también quiso honrar su amor por un club al que nunca conoció personalmente y sólo miró por televisión desde Camerún. Bocas Junior Njike tiene 24 años, es boxeador y campeón de España. Y ahora representará a su país en el campeonato africano y en el preolímpico. ¿Bocas Junior en París 2024?
inicia sesión o regístrate.
Homenajes hay a montones. Miles de Juan Román, de Martín, de Diegos Armandos. Xeneizes, Azul y hasta Amarela. Plasmar en los hijos el amor por los colores. A miles de kilómetros, algo así como 8700, un padre también quiso honrar su amor por un club al que nunca conoció personalmente y sólo miró por televisión desde Camerún. Bocas Junior Njike tiene 24 años, es boxeador y campeón de España. Y ahora representará a su país en el campeonato africano y en el preolímpico. ¿Bocas Junior en París 2024?

Su historia, su recorrido cruzando África hasta la frontera, su llegada como migrante a España, sus comienzos en un lugar que desconocía (no sabía siquiera que España era un país), los oficios con los que sustentó su estadía y su amor por el boxeo podrían ser parte del guión de una película. Su nombre tan particular es un detalle más en esa historia que bien podría llevar Netflix a la pantalla chica: “Mi padre veía mucho los partidos de Boca Juniors, por eso me llamó así. De niño jugaba al fútbol en la calle, pero nunca pensé en más”, le contó Bocas a Relevo.
Nunca hizo deporte, menos aún cuando vivía en Camerún. Un amigo le propuso llegar a la frontera desde Marruecos, para lo que tardó cinco años, y saltar la valla primero a Melilla, donde no se animó, y luego en Ceuta. Allí encontró al fin un lugar donde hospedarse y comenzar su nueva vida. Y se acercó al deporte. “Empecé a correr para poder hacer maratones“. Hasta que lo apuntaron en un gimnasio y conoció el boxeo. “Probé y me enamoró desde el primer momento”.
No fue fácil tener continuidad. Se quedó sin vivienda, sin comida y sin trabajo. “No tenía para comer. El entrenador de allí me dijo que si quería entrenar en serio debía ir todos los días. Acudía y antes de entrenar me daba dinero para comprarme un bocado y un jugo. Fue difícil. Finalmente encontré un trabajo de albañil. Era muy peligroso porque no tenía papeles y me podía meter en un lío, por suerte no pasó nada”, contó en la entrevista.
Camerún y Boca, un sólo corazón
¿Cómo el padre de Bocas Junior llegó a ser fanático de Boca viviendo en Camerún? Aunque él quizá no lo sepa, hay una historia que une al país con la camiseta del xeneize y que logró que el club fuera sensación a 8700 kilómetros de distancia. Y tiene nombre y apellido: Alphonse Tchami.
El delantero camerunés llegó al club de la Ribera en 1995, luego de su paso por el fútbol de Dinamarca y previo a seguir su recorrido por Alemania, Emiratos Árabes, Ucrania, Francia, Escocia, China y Líbano. Jugó 50 partidos, marcó 11 goles y fue compañero de jugadores de Diego Maradona y dirigido por Carlos Bilardo. Su paso por el club fue histórico. Así como él se hizo famoso en Argentina, Boca fue sensación en Camerún.
Así lo contó Tchami hace algunos años: “Se ven muchas camisetas de Boca. Y se venden también. Todo el mundo quiere esta camiseta. Cuando yo estaba en Argentina, Boca se hizo muy conocido en Camerún, sobre todo cuando vino Maradona a jugar conmigo. Todos querían saber qué pasaba con Boca, cuándo jugaba, ahí empezaron en mi país a hacerse hinchas de Boca”, relató en Olé. “A Camerún siguen llegando imágenes de Boca, de la Copa, de esa última vez que fue campeón. El camerunés quiere mucho a Boca”.